lunes, 3 de febrero de 2025

¿Rescatar o dejar caer? El dilema de la intervención estatal en empresas en crisis

  





Por Carlos Alberto Ferro[i]

1. Introducción

En Argentina y otros países de Latinoamérica, la persistencia de subsidios estatales, nacionalizaciones o leyes de expropiación, destinadas a rescatar empresas en quiebra plantea interrogantes fundamentales sobre la eficacia y sostenibilidad de esta práctica. ¿Hasta cuándo el sector público seguirá asignando recursos a empresas catalogadas como "socialmente útiles" o cuya continuidad se justifica en aras de "mantener la paz social"? Esta pregunta resuena con fuerza en un contexto donde los subsidios se han convertido en una herramienta recurrente de los gobiernos para evitar el cierre de empresas en dificultades o con sentencia de quiebra firme.

El Ingenio San Javier,[ii]  fundado en 1962 y ubicado en la provincia de Misiones, Argentina, se erige como un caso paradigmático de esta problemática. Esta empresa, que ha recibido subsidios estatales de manera recurrente a lo largo de su historia, fue incluso estatizada en un contexto de privatizaciones generales, lo que evidencia la profunda intervención del Estado en su funcionamiento. El análisis de este caso revela cómo la ineficiencia y la falta de competitividad, promovidas en gran medida desde el sector estatal, han generado un déficit fiscal constante sin atender las necesidades reales de la economía.

   Esta situación ilustra cómo estas ayudas económicas pueden consolidar ineficiencias en lugar de promover la mejora y la adaptación a las condiciones del mercado. [iii] En este sentido, resulta difícil identificar un beneficio social tangible derivado de esta mecánica. En esencia, el reciente cierre del Ingenio trasciende lo meramente económico para revelar una problemática de índole cultural, donde decisiones políticas que ignoran la ley de quiebras perpetúan empresas inviables, consumiendo recursos que podrían destinarse a proyectos productivos más prometedores.  

Este caso también refleja el debate sobre el rol del Estado en la economía y la pertinencia de su intervención en empresas en dificultades o con sentencia de quiebra. Mientras algunos defienden la necesidad de proteger empleos y mantener la actividad económica en la región, otros cuestionan la sostenibilidad de los subsidios y proponen alternativas como la liquidación eficiente de activos. En este artículo, nos posicionaremos en favor de esta última opción.

Argentina se encuentra en un momento decisivo de su historia económica, marcado por la obsolescencia de modelos tradicionales y la emergencia de desafíos inéditos. Ante este panorama, el Estado ha recurrido a menudo a la intervención a través de subsidios o expropiaciones, medidas que, si bien pueden ofrecer soluciones paliativas en el corto plazo, resultan insostenibles a largo plazo. La protección de empleos y la mitigación del impacto social que puede generar el cierre de empresas exigen un enfoque innovador, que aproveche el potencial de las nuevas tecnologías y promueva la transformación de la economía hacia sectores más dinámicos y competitivos.[iv]

Si bien los subsidios y otras opciones legales pueden ser una solución paliativa en el corto plazo, no abordan el problema de fondo y pueden perpetuar ineficiencias en el mercado, afectando negativamente el déficit público. En contraste, la Ley de Quiebras, optimizada y aplicada de manera eficiente, se presenta como una herramienta fundamental para reasignar recursos de empresas inviables a aquellas con mayor potencial.  

2.  Subsidios sin lógica económica: ineficiencia, carga estatal y dependencia

El concepto de "empresa socialmente útil" suele utilizarse de manera ambigua, abriendo la puerta a interpretaciones que justifican el rescate de empresas inviables. Si toda empresa, por el mero hecho de generar empleo y ofrecer bienes o servicios, contribuye a la sociedad, ¿qué criterios definen la "utilidad social" que amerita la intervención estatal? La falta de claridad en este aspecto permite que se desvíen recursos hacia empresas con escaso potencial de crecimiento, en detrimento de proyectos más productivos. Esta situación se agrava cuando se ignora la ley de concursos y quiebras, impidiendo que el mercado opere de manera eficiente.

Nacionalizar una empresa o subsidiarla puede ser una solución a corto plazo, pero no aborda los problemas económicos de fondo. Tal como señala Enrique Silberstein,[v]  las soluciones jurídicas no siempre resuelven las problemáticas económicas, sociales o estructurales. Si estas medidas no se acompañan de estrategias que impulsen el progreso sustentable y la transformación económica, el resultado puede ser un mayor déficit público y un perjuicio al interés social.

De manera similar, el concepto de "paz social" se utiliza a menudo para justificar el rescate de empresas en crisis, argumentando que su quiebra generaría conflictos sociales. Si bien es fundamental considerar el impacto social de la pérdida de empleos, la "paz social" no puede ser un pretexto para mantener indefinidamente a flote empresas inviables. En muchos casos, esta justificación obstaculiza la liquidación ágil en los procesos concursales, postergando las soluciones necesarias para la reactivación económica.

La persistencia de subsidios a empresas en crisis impone una pesada carga para el Estado, como se evidencia en el caso del Ingenio San Javier. El déficit público resultante obliga a aumentar impuestos, afectando la economía en general y perjudicando a los contribuyentes que no se benefician de estas políticas. Sin criterios económicos claros, los subsidios fomentan la dependencia de las empresas hacia el Estado, desincentivando la búsqueda de la competitividad y la innovación.

  Analizar los resultados económicos desde el ángulo de los quebrantos incorpora una dimensión que abre nuevos interrogantes al estudio sobre la industria.[vi]  Es un error metodológico no enfocar el estudio de la quiebra de empresas desde la perspectiva de la historia de la industria del país. En otras palabras, el derecho concursal no puede permanecer ajeno al estudio de las crisis económicas y de la historia de la industria.  El caso del Ingenio San Javier, al igual que otros como Sasetru, Cía., Siam, Swift de la Plata y Grupo Greco, demuestran las complejas repercusiones que las quiebras tienen a nivel laboral, económico y regional.

Aferrarse a soluciones del pasado no es una estrategia viable para enfrentar los desafíos actuales. Si bien algunas empresas pudieron ser pioneras en su momento, factores como los cambios climáticos, económicos y sociales pueden erosionar su competitividad con el tiempo. La obsolescencia tecnológica y la necesidad de reconversión son aspectos que los funcionarios deben considerar.

La "cultura de asistencia artificial" sin control de calidad ni evaluación del impacto real en el entorno empresarial carece de razonabilidad. Mantener estructuras o actividades inviables, en aras de proteger fuentes de trabajo, genera un daño económico irreparable que afecta tanto a los intereses directamente involucrados como a la sociedad en su conjunto.

El debate sobre la necesidad de subsidios para el desarrollo económico persiste. Si bien algunos economistas defienden su papel en la protección de sectores estratégicos o en la corrección de fallas de mercado, otros argumentan que generan dependencia y desincentivan la innovación. En el contexto de las quiebras, los subsidios plantean interrogantes sobre su efectividad a largo plazo y sus posibles consecuencias negativas.

 

 3. La Ley de Quiebras como herramienta de desarrollo

 

Es cierto, no todas las soluciones a los problemas sociales provendrán de una ley de quiebras. Pero sin lugar a duda, facilitará el andamiaje para la reestructuración de pasivos, la gestión de insolvencia y la reconversión empresaria, al regular instrumentos que permitan la rápida y eficaz enajenación de activos.  La economía y la paz social, no se recuperan solo por expectativas o por voluntad de un gobierno.  Lo esencial es la confianza y el crédito para fomentar el crecimiento, porque no solo contrayendo deudas el Estado habrá reactivación, sino porque la empresa privada será el motor del desarrollo económico.

La problemática de los subsidios y expropiaciones en empresas en quiebra plantea una difícil disyuntiva para los jueces. Por un lado, se ven presionados para mantener con vida artificialmente a empresas inviables, a menudo a costa de recursos públicos y prolongando indefinidamente los procesos concursales. Esta situación puede generar un círculo vicioso de pérdidas y deudas que perjudica a todas las partes involucradas. Por otro lado, los jueces también enfrentan la opción de disponer la enajenación definitiva de los activos de la empresa, lo que puede tener consecuencias sociales significativas, como la pérdida de empleos y el impacto en la comunidad local. Además, estas decisiones suelen tener una gran repercusión mediática, lo que añade presión adicional.

En el intrincado laberinto de los procesos concursales, el tiempo se erige como un factor económico esencial, cuyo transcurso puede determinar el éxito o el fracaso de la tutela del crédito. Lamentablemente, en el peor de los casos, los jueces pueden verse compelidos a desentenderse de estos procesos, ya sea por la complejidad de la situación o por la falta de recursos.

Esta inacción judicial sume a las empresas en un limbo jurídico y económico, donde la incertidumbre se convierte en la norma y las decisiones se postergan indefinidamente. Las consecuencias de esta inacción son nefastas para todas las partes involucradas: los acreedores ven cómo sus créditos se diluyen con el paso del tiempo, los trabajadores sufren la angustia de la inestabilidad laboral y la sociedad en su conjunto se ve privada de la oportunidad de que esos recursos sean reasignados a sectores más productivos y competitivos. De esta manera, se incumplen flagrantemente los objetivos de la ley concursal, que busca precisamente evitar la prolongación innecesaria de situaciones de insolvencia y promover la reactivación económica.

No solo los subsidios, sino también las leyes de ocupación temporaria se han convertido en herramientas recurrentes para mantener a flote empresas inviables. Estas leyes, que permiten al Estado ocupar temporalmente bienes de empresas en dificultades, a menudo se justifican por la necesidad de preservar empleos o mantener la producción de bienes considerados esenciales. Sin embargo, al igual que los subsidios, estas medidas suelen ser paliativos que prolongan la agonía de empresas sin futuro, sin resolver los problemas de fondo y generando nuevas distorsiones en el mercado.

La idea de que estas empresas son "socialmente útiles" se basa en una visión simplista y estática de la economía. Se ignora que la "utilidad social" de una empresa no se limita a la generación de empleo o la producción de bienes en un momento determinado. También es fundamental considerar su capacidad para innovar, adaptarse a los cambios del mercado y generar valor a largo plazo.

En la práctica, las empresas "zombies" que reciben subsidios u ocupaciones temporales a menudo se caracterizan por la acumulación de pasivos, el abandono y la obsolescencia de sus activos. En lugar de generar beneficios para la sociedad, estas empresas se convierten en una carga que lastra el crecimiento económico y desvía recursos.

Hoy el concepto de socialmente útil está en crisis. En algunos casos, ese concepto puede ser utilizado para encubrir deficiencias en la gestión de empresas o sectores que no son competitivos o eficientes lo que no puede ser tolerado por el Estado.  La ley de quiebras no debe ser vista únicamente como un mecanismo para liquidar empresas en dificultades. Es una herramienta de política económica que, al promover la reasignación eficiente de recursos, contribuye al crecimiento sostenible y la generación de empleo genuino.

 La decisión de rescatar el Ingenio San Javier refleja la disyuntiva que a menudo enfrentan los gobiernos ante el declive de industrias emblemáticas. Por un lado, está la necesidad de preservar fuentes de trabajo y evitar el impacto social que implica el cierre de una empresa. Por otro lado, existe el riesgo de perpetuar un modelo improductivo que ha demostrado ser inviable y que requiere de inyecciones constantes de recursos públicos para mantenerse a flote.

Así, el Ingenio San Javier[vii] se erige como un ejemplo paradigmático de cómo las decisiones políticas cortoplacistas, motivadas por la necesidad de evitar el cierre de una empresa y la pérdida de empleos, para asegurar la paz social, pueden perpetuar un modelo inviable y postergar indefinidamente la búsqueda de soluciones estructurales que impulsen el desarrollo económico.  

4.  Liquidación de activos en quiebra: una estrategia para la reactivación económica

 El sistema de liquidación de activos en la ley de concursos argentina, si bien busca proteger el crédito de los acreedores y dinamizar la economía mediante la transferencia de activos a nuevos agentes, se muestra como un mecanismo obsoleto e ineficiente. En la práctica, los medios disponibles no logran los fines deseados de manera satisfactoria.

La legislación concursal debe priorizar al inversor, no al activo en sí. Este cambio de enfoque requiere una reforma profunda o una interpretación innovadora por parte de los jueces para abordar los desafíos actuales.  La liquidación de activos debe ser un proceso que facilite la adquisición por terceros, brindando garantías de que la inversión realizada se traduzca en una rápida puesta en funcionamiento de los activos. La ley debe generar certidumbre en cada etapa del proceso: participación, adquisición y transferencia de los activos en el menor tiempo posible.  

En el ámbito de las inversiones, el tiempo es un factor crítico. Las demoras en los procesos judiciales, al dilatar la concreción de oportunidades de inversión, no solo frustran las expectativas de los inversores, sino que también generan costos de oportunidad y pérdidas económicas que impactan negativamente en el desarrollo y crecimiento.

La posibilidad de adquirir activos en funcionamiento y con potencial de rentabilidad atrae a inversores que buscan reactivar la actividad productiva. Esto genera un flujo de capitales que dinamiza la economía local y contribuye a la recuperación de la empresa en quiebra, cumpliendo así con el objetivo final de liquidación y distribución. Este es un aspecto fundamental que todos los operadores jurídicos concursales deben tener en cuenta.

 En el contexto actual, las nuevas formas de liquidación de activos a través de plataformas electrónicas han superado la estructura regulatoria y adormecida establecida en la ley de quiebras.[viii] Esta última no solo carece de atractivo para los inversores, sino que tampoco logra dinamizar las inversiones con la velocidad que exige la realidad económica. Las plataformas electrónicas, por su parte, ofrecen procesos más ágiles y transparentes, lo que fomenta la participación de un mayor número de interesados y facilita la transferencia de activos de manera eficiente. Esta situación evidencia la necesidad de una actualización legislativa o un enfoque distinto de instrumentación, que contemple las nuevas dinámicas del mercado y promueva la reactivación económica a través de mecanismos de liquidación más modernos y adaptados a los tiempos actuales.

5. Conclusiones

 La intervención estatal en empresas deficitarias crónicas o en quiebra puede perpetuar ineficiencias y desincentivar la mejora de la gestión y la competitividad. En lugar de inyectar fondos sin abordar las causas subyacentes, el Estado debería enfocarse en optimizar la Ley de Quiebras, agilizando los procesos concursales y fomentando la transparencia en la liquidación de activos.  

La ley de quiebras, al facilitar la liquidación ordenada de empresas, permite que los activos en desuso se liberen y sean adquiridos por actores económicos que puedan utilizarlos de manera más productiva. Esto evita subsidios estatales prolongados o leyes de expropiación a empresas no competitivas, fomentando así la eficiencia e innovación.

Una plataforma digital de liquidación de activos, con información clara, valoración objetiva y subastas en línea, agilizaría la transferencia de activos al sector privado, promoviendo su uso productivo. Esta estrategia reduce la necesidad de subsidios estatales e impulsa el desarrollo económico al permitir que los recursos fluyan hacia unidades económicas más eficientes. Al crear un entorno favorable para la inversión privada, se estimula la innovación, la creación de empleo y el crecimiento sostenible.

El caso del cierre del Ingenio San Javier, con su larga historia de rescates estatales y la socialización de las pérdidas (1962-2025), ilustra la complejidad del dilema que plantea el título de este artículo: ¿Rescatar o dejar caer? Si bien la intervención estatal puede parecer una solución a corto plazo para proteger empleos y la actividad económica, la experiencia demuestra que, en muchos casos, perpetúa ineficiencias y genera costos que terminan afectando a toda la sociedad.

 

Carlos Alberto Ferro

carlosalbertoferro@uda.edu.ar

Febrero 2025



Nota imagen: https://bichosdecampo.com/

https://www.stopenlinea.com.ar/noticias/2025/01/31/83795-cerro-el-ingenio-azucarero-de-san-javier-que-se-estatizo-cuando-privatizaban-todo-y-se-convertira-en-un-museo-historico


[i] Abogado, Egresado de la Universidad de Mendoza, República Argentina. Especialista en Sindicatura Concursal y Entes en Insolvencia por la U.N.C.-Mendoza. Titular del Estudio Ferro, especializado en derecho de la insolvencia. Profesor adjunto de Derecho Comercial II –Concursos y Quiebras– en la Universidad Aconcagua (Mendoza) y miembro del Instituto Iberoamericano de Derecho Concursal (IIIDC). Contacto: carlosalbertoferro@uda.edu.ar. https://orcid.org/0009-0000-3478-9765

[ii] Boerr, (M.) La Nación, 29.01.2025  “Ineficiente, obsoleto e inviable…” fuente: https://www.lanacion.com.ar/. Resumen: El ingenio azucarero San Javier cerró definitivamente debido a la falta de viabilidad y modernización, a pesar de intentos de privatización y concesión. Las máquinas obsoletas y los altos costos de mantenimiento llevaron al cierre, a pesar de intentos de concesionarlo a un grupo brasileño. El Gobierno de Misiones decidió transformar la planta en un museo temático ante la inviabilidad de seguir subsidiándola.

[iii] Plan B, noticias, Misiones, “Tras 30 años estatal y subsidiado, obsoleto e “inviable”, cierra para siempre el Ingenio San Javier”  fuente: https://planbmisiones.com/

[iv] Así la decisión gubernamental de convertir el ingenio en un museo temático, si bien busca preservar su valor histórico y cultural, resulta tardía y contrasta con la considerable cantidad de recursos públicos que ya se han destinado a subsidios a lo largo de los años. Esta situación debe servir como lección por el alto costo que implicó para los contribuyentes y los magros resultados obtenidos. 

[v] Silberstein, (E.) “¿Por qué Perón sigue siendo Perón? Ed. Corregidor, Bs. As. 1972 p., 84

[vi] Rougier, (M.):” Una historia poco transparente: de la expansión a la quiebra de la fábrica argentina de vidrios y revestimiento de opalinas Hurlingham” en Estudios sobre la industria argentina 2, pag.,229 ed. Languaje Claro Argentina 2014.

[vii] En 2016, las estadísticas del CAA consignan que San Javier produjo apenas 6000 toneladas de azúcar blanco, sobre una producción total 1.552.000 toneladas. Es decir, no llegaba ni al 0,5% de la producción totalDurante la década pasada, el gobierno provincial no tuvo inconvenientes en subsidiar fuertemente al Ingenio San Javier para sostener una cuenca azucarera de unos 230 pequeños productores de caña ubicados en las localidades de San Javier, Itacaruaré, Panambí, Alba Posse, Dos Arroyos y Gobernador López.

[viii] A modo de ejemplo se cita la Plataforma de Liquidación de Bienes (PLABI): portal público electrónico del Ministerio de Justicia de España para la publicación de los activos de las microempresas en liquidación. Esta plataforma se encuentra regulada en la disposición adicional segunda de la Ley 16/2022, de 5 de septiembre, de reforma del texto refundido de la Ley Concursal, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo, fuente: Referencia: BOE-A-2022-14580 Permalink ELI: https://www.boe.es/eli/es/l/2022/09/05/16/con

 

lunes, 20 de enero de 2025

Reclamando el futuro: acreedores y recuperación de activos en quiebras de criptomonedas

                                                        


 

Por Carlos Alberto Ferro

Profesor Universidad Aconcagua-Mendoza

 orcid.org/0009-0000-3478-9765

1.              Introducción

 La irrupción de las criptomonedas ha transformado radicalmente el panorama financiero global. Sin embargo, la quiebra de FTX,[i]  una de las mayores plataformas de intercambio, sacudió en el año 2022 los cimientos de este nuevo ecosistema y expuso las profundas lagunas existentes en nuestros sistemas legales de insolvencia. Las significativas pérdidas financieras de los inversores, la disminución de la confianza en el sector y la complejidad inherente a los activos digitales han subrayado la necesidad urgente de adaptar nuestros marcos regulatorios a esta nueva realidad.  

En un mundo cada vez más digitalizado, donde las transacciones se realizan a velocidades vertiginosas y las fronteras geográficas se difuminan, importa preguntarnos: ¿Están nuestras legislaciones y tribunales preparados para afrontar los desafíos que plantea la insolvencia en el ámbito de las criptomonedas ? La migración hacia un entorno digital ha introducido nuevos desafíos, como la valoración de activos volátiles y la complejidad de los contratos inteligentes. En este contexto, resulta imperativo elaborar nuevos conceptos jurídicos que permitan abordar la naturaleza única de los activos digitales y los mecanismos de consenso propios de las blockchains, garantizando así una adecuada tutela de los derechos de los acreedores.

El colapso de FTX, lejos de ser un caso aislado, refleja una problemática sistémica que afecta a todo el sector de las criptomonedas. Sin embargo, este evento también ha demostrado la capacidad de los sistemas legales para adaptarse a las nuevas realidades del mundo digital. La implementación exitosa de un plan de pago a los acreedores, mediante el cual se distribuyeron los activos recuperados a través de plataformas como BitGo y Kraken, es un hito significativo que demuestra que es posible construir un marco legal sólido para gestionar las insolvencias en el sector. Este logro, facilitado por una legislación ágil, una estructura y proceso adecuados, sienta un precedente positivo.

La experiencia adquirida en el caso FTX puede servir como referente para otras jurisdicciones que se encuentran en la tarea de desarrollar marcos regulatorios para las criptomonedas. Al analizar las lecciones aprendidas en este caso, es posible identificar las mejores prácticas para garantizar la recuperación efectiva de los activos de los acreedores. Sin embargo, es importante reconocer que el desarrollo de un marco legal integral para las criptomonedas es un proceso continuo que requiere una estrecha colaboración entre los reguladores, los operadores del mercado y la comunidad académica.

 

2.              Evolución de los modelos de negocio en criptomonedas: desde ICOs hasta Finanzas Regenerativas

 

En los últimos años, el mundo de las criptomonedas ha visto una serie de tendencias que marcaron su evolución y también sus desafíos. Las ofertas iniciales de monedas (ICOs)[ii] alcanzaron su auge entre 2017 y 2018, permitiendo a nuevos proyectos recaudar fondos de manera rápida y descentralizada. Sin embargo, muchas ICOs carecían de una base sólida, lo que resultó en varios fracasos y escándalos de fraude, sea por la falta de regulación adecuada o una mala gestión financiera, dejando a los inversores sin su dinero y generando una ola de desconfianza.

 BitConnect,[iii] fue una de las mayores estafas de ICO, usando un esquema piramidal. Colapsó en 2018, causando grandes pérdidas a los inversores. Centra Tech,[iv] ofrecía una tarjeta de crédito blockchain, pero fue acusada de fraude por la SEC en 2018. Los fundadores fueron arrestados y la empresa se declaró en bancarrota.  

A medida que la moda de las ICOs disminuía, los Tokens No Fungibles (NFTs)[v] emergieron como una nueva tendencia en 2021, permitiendo la creación y el comercio de coleccionables digitales únicos. Sin embargo, la especulación y la falta de regulación llevaron a una burbuja que rápidamente se desinfló, afectando a muchos inversores. Tal es el caso de Age of ZEN (AoZEN),[vi] este proyecto de NFT, operado por MyROAD, enfrentó acusaciones de "rug pull" (desaparecer con los fondos) y problemas con contratos y plagio de ilustraciones. MyROAD se declaró en bancarrota en febrero de 2023, y un tribunal   de Seúl aprobó la distribución final de los activos.

Por último, la tendencia del "Play-to-Earn"[vii] también capturó la atención, incentivando a los usuarios a ganar criptomonedas jugando videojuegos, pero muchos de estos proyectos no lograron mantener la sostenibilidad financiera, provocando insolvencias y pérdidas para los jugadores.

Mirando hacia el futuro, el panorama de las criptomonedas se está transformando con tendencias que buscan abordar problemas de sostenibilidad y adopción a gran escala. Sin embargo, es importante reconocer que estos modelos de comercio y tecnología, aunque digitales, no están exentos de enfrentar situaciones de insolvencia. A medida que la industria evoluciona, todos los modelos de interconexión, incluyendo las ICOs, siguen expuestos a los riesgos financieros y legales que pueden afectar su viabilidad a largo plazo.

La entrada de grandes actores financieros como BlackRock y Fidelity al mercado de criptomonedas, si bien aporta estabilidad, también intensifica la necesidad de marcos regulatorios sólidos. La rápida evolución de las tecnologías financieras y la complejidad de las estructuras de las finanzas descentralizadas (DeFi) han generado un vacío legal evidente, como lo demostró el colapso de FTX. La naturaleza intangible de los activos digitales y la dificultad para determinar la jurisdicción aplicable en casos de insolvencia subrayan la urgencia de adaptar las legislaciones existentes para garantizar la protección de los inversores y la estabilidad del sistema financiero.

 

3.              Caso FTX

 

 FTX, fundado por Sam Bankman-Fried (SBF) en 2019, fue uno de los exchanges de criptomonedas más grandes del mundo. Sin embargo, en noviembre de 2022, FTX se declaró en bancarrota debido a una serie de decisiones empresariales cuestionables y la falta de transparencia financiera. SBF manejó indebidamente los fondos entre FTX y su empresa hermana, Alameda Research, lo que llevó a una pérdida de confianza y una corrida de retiros masiva.

El colapso de FTX tuvo un impacto devastador en los inversores y clientes. Muchos perdieron grandes sumas de dinero, ya que los fondos estaban bloqueados en la plataforma. Además, el efecto contagio afectó a otras empresas del sector cripto, provocando una crisis de confianza generalizada. Las decisiones empresariales que llevaron a la quiebra de FTX incluyen la mezcla de fondos entre FTX y Alameda Research, la falta de auditorías externas y la falta de transparencia en los informes financieros.  

Las criptomonedas son activos digitales, que, al ser considerados bienes en muchos ordenamientos jurídicos, pueden ser objeto de reclamaciones en procesos de quiebra. Sin embargo, su carácter quirografario y la ausencia de un garante como un banco central con determinados depósitos las diferencian de otros activos tradicionales. No tienen privilegio. En este sentido, la doctrina del valor actual, que ha sido reconocida en algunos casos judiciales, representa un avance significativo.[viii] Al permitir que los acreedores reclamen el valor actual de sus inversiones, esta doctrina busca compensar las pérdidas derivadas de la volatilidad del mercado y garantizar una mayor equidad en los procesos de insolvencia.

No obstante, persisten numerosos desafíos. La dificultad de rastrear los activos digitales a través de múltiples blockchains, la complejidad de valorar estos activos en tiempo real entre otros,  son solo algunos de los obstáculos que deben ser superados para garantizar una protección efectiva de los derechos de los acreedores en el contexto de las criptomonedas. Abordaremos a continuación dos conceptos claves en estos procesos.

 

4.              De la reclamación y recuperación de activos digitales

 

Si entendemos la internet como una cooperativa de conexión global[ix] que transmite información en forma de bits, entonces podemos considerar a las criptomonedas como un nuevo tipo de bien digital que fluye a través de esta red. Las criptomonedas son monedas digitales que utilizan tecnologías de encriptación para asegurar las transacciones y controlar la creación de nuevas unidades.

A diferencia de las monedas tradicionales, no están controladas por ninguna entidad centralizada, sino que funcionan de manera descentralizada a través de una red de nodos que validan y registran las transacciones en un libro mayor llamado blockchain. Así, las criptomonedas representan una evolución del concepto de dinero, adaptado al mundo digital e interconectado de la internet. A partir de estos conceptos surge la necesidad de referirse a las plataformas de intercambio criptográfico que   cumplen un papel fundamental en este ecosistema.

Estas plataformas, también conocidas como exchanges, permiten a los usuarios comprar, vender y almacenar criptomonedas de manera segura y eficiente.[x] Actúan como intermediarios entre compradores y vendedores, facilitando las transacciones y proporcionando liquidez al mercado de criptomonedas. Cuando una plataforma de intercambio entra en un proceso como el capítulo XI del Código de quiebras de EE.UU, los afectados deben iniciar un proceso de reclamación de activos, similar a la verificación de créditos.

 Este proceso no es automático, por cuanto los activos de la empresa se liquidan para saldar las deudas. En ocasiones, parte de las criptomonedas pueden ser recuperadas. Los acreedores deben presentar una reclamación formal[xi] para participar en la distribución de estos activos. La asignación se realiza según la prioridad de cada deuda y el monto reclamado, bajo las pautas establecidas por el tribunal correspondiente.[xii] El reciente caso de FTX ilustra este proceso: el plan de reorganización aprobado prevé la distribución de aproximadamente 16.000 millones de dólares a los afectados. Por lo tanto, recuperación no es reclamación de activos. Se trata de dos etapas diferentes.

Recuperar,   es volver a tener lo que se había perdido. Es sinónimo de recobrar, rescatar.[xiii]  Desde el contexto que nos interesa, refiere a la posibilidad de que los inversores o acreedores recuperen parte o la totalidad de sus activos digitales, ya sea en forma de las criptomonedas originales o en su equivalente monetario. Reclamar,  es sinónimo de clamar, exigir una cosa o protestar contra ella. En el sentido propuesto,  es una solicitud formal que realiza un inversor o acreedor para recuperar los fondos que invirtió en dicha plataforma. Esta solicitud se presenta ante el tribunal que lleva a cabo el proceso   y tiene como objetivo determinar el monto exacto que se le adeuda y el orden en el que se recibirá el pago, si es que hay activos suficientes para cubrir todas las deudas.  

Sin perjuicio de estas aclaraciones,  el plan de reorganización de FTX ha sido objeto de diversas críticas. La principal objeción radica en que los reembolsos se calculan con base en los precios de las criptomonedas vigentes en 2022, lo cual ha llevado a que numerosos acreedores consideren que sus reclamaciones no reflejan adecuadamente el valor de mercado actual de sus activos. Por ello han manifestado su disconformidad, argumentando que se les está negando el derecho a recibir el valor justo de sus inversiones.[xiv]

En otras palabras, la elección de utilizar los precios de criptomonedas de 2022 tiene implicaciones críticas. Los reclamantes argumentan que esto es injusto, dado que los precios de criptomonedas han visto aumentos sustanciales desde entonces.  Bitcoin pasó de $15,000-$17,000 en noviembre de 2022 a aproximadamente $100,000 actualmente. Los acreedores verán una devaluación de sus tenencias.

Esto crea un precedente incierto para futuros casos, donde los reclamantes insinuados podrían enfrentar dificultades para obtener valoraciones actualizadas en un mercado altamente volátil como el de las criptomonedas. La ley de quiebras, tanto en EE.UU. como a nivel internacional, generalmente basa las valoraciones en la fecha de la quiebra, con algunas excepciones como los créditos laborales o hipotecarios, donde se consideran los intereses devengados hasta la fecha de pago. Esta discrepancia entre las valoraciones históricas y las actuales podría generar un aumento de las disputas legales en futuros casos de insolvencia en el sector de las criptomonedas, a medida que los acreedores buscan compensaciones que reflejen el valor de mercado actual de sus activos.[xv]

Más allá de las justas reclamaciones de los acreedores, este caso podría actuar como un catalizador para la revitalización del mercado de criptomonedas. La inyección de aproximadamente $2.4 mil millones de dólares, producto de los reembolsos, representa un impulso significativo para la liquidez del mercado. Además, desde una perspectiva psicológica, la recuperación de parte de las inversiones perdidas puede restaurar la confianza de los inversores, especialmente aquellos que habían sido afectados directamente por el colapso de FTX. Esta mayor confianza, combinada con la liquidez adicional, podría incentivar una mayor participación en el mercado y estimular el desarrollo de nuevos proyectos y aplicaciones basadas en blockchain.

Esto no es un dato menor. La recuperación de las pérdidas puede desencadenar un efecto anclaje en los inversores, quienes tienden a fijarse en su precio de compra original. Esta tendencia, combinada con la aversión a las pérdidas, puede llevarlos a reinvertir con el objetivo de recuperar su inversión inicial, a pesar de los riesgos inherentes al mercado de criptomonedas.[xvi]

Evaluar cómo un régimen legislativo protege a los acreedores, incluso con criptomonedas, es importante. Recuperar inversiones, como en el caso de FTX, puede generar confianza en el mercado al mostrar que hay cierta protección para los acreedores ante insolvencias. Además, promueve la estabilidad financiera general al asegurar que los recursos se redistribuyan adecuadamente entre las partes afectadas.  

 

  5. Pago a Acreedores a Través de BitGo y Kraken

 

 El proceso de pago a acreedores a través de BitGo y Kraken en el caso de FTX es un ejemplo de cómo se manejan las quiebras en el mundo cripto.   Los acreedores primero deben presentar sus reclamaciones ante el tribunal de quiebras, proporcionando la documentación necesaria para verificar sus deudas.   El tribunal verifica las reclamaciones para asegurarse de que sean válidas y determina la prioridad de cada acreedor.  Luego, los activos recuperados se distribuyen entre los acreedores según la orden de prioridad establecida. BitGo y Kraken, como plataformas de intercambio de criptomonedas, facilitan la distribución de estos activos.[xvii]

  Los acreedores reciben sus pagos a través de estas empresas, que manejan la transferencia de fondos de acuerdo con el plan de reorganización aprobado por el tribunal. Según los términos del Plan, el 98% de los acreedores de FTX por número recibirán aproximadamente el 119% del monto de sus reclamos permitidos dentro de los 60 días posteriores a la fecha de vigencia del plan, sujeto a los requisitos de conocer a su cliente y otros requisitos de distribución.[xviii]

BitGo[xix] es una plataforma de gestión de activos digitales que ofrece servicios de custodia, préstamos y trading. Fundada en 2013, es conocida por su seguridad y soluciones escalables para grandes instituciones. En el caso de FTX,  fue seleccionada para actuar como custodio, asegurando que los activos se manejaran de manera segura y conforme a las regulaciones.  La compañía facilitó la distribución de activos a los acreedores, proporcionando una infraestructura confiable para la gestión y transferencia de criptomonedas.

Kraken[xx] es una plataforma de intercambio de criptomonedas con una reputación establecida desde su fundación en 2011. Colaboró con el tribunal para asegurar que los activos se distribuyeran de manera justa y eficiente a los acreedores, utilizando sus servicios básicos y experiencia en el manejo de grandes volúmenes de transacciones.

Para recibir los reembolsos iniciales, los acreedores de FTX deben completar los trámites fiscales necesarios y registrarse en las plataformas designadas, BitGo o Kraken. Los pagos se efectuarán a partir del 3 de enero, siempre y cuando los créditos no hayan sido transferidos a terceros. En caso de transferencia, el pago se realizará al nuevo titular registrado. Además, se establece un período de 21 días para presentar posibles objeciones antes de procesar los pagos definitivos. Los acreedores pueden optar por recibir reembolsos a través de transferencia bancaria en USD o en stablecoin. Gran parte de los fondos acumulados proviene de demandas contra otros exchanges y plataformas, y se espera que en los próximos meses se reciba más información sobre los reembolsos para otros grupos de acreedores.

 

 6. Conclusión

 Una legislación de quiebras consolidada, pero a su vez adaptable, es fundamental para garantizar la protección de los acreedores y fomentar un entorno económico estable que de ninguna manera puede desentenderse de los usos y costumbres de los inversores y consumidores en tiempos digitales. En el contexto de los criptoactivos,[xxi] la brecha entre la tecnología y el derecho se amplía, exigiendo una flexibilidad constante de los marcos legales ante la rápida evolución digital. Si bien los criptoactivos presentan características únicas, su creciente integración en la economía global los convierte en un elemento central en los procesos de insolvencia.

 Para abordar esta realidad, es necesario diseñar legislaciones que reconozcan la naturaleza de estos activos y que permitan su recuperación efectiva en el menor tiempo posible. Por eso se considera, referenciando a Costa,[xxii]  que se encuentra en crisis el derecho creado por el legislador que no observa la realidad y desconoce o ignora el arraigo de los usos y costumbres digitales. No podemos ponernos a buscar objetivos abstractos para nuestra sociedad en este ámbito; debemos tomar decisiones basadas en un análisis riguroso de las consecuencias y costos de las diferentes opciones. Todo proceso concursal que se diseñe debe partir de la realidad económica y la forma en que funcionan los mercados hoy, pues esto determinará las metas que alcancemos mañana.

                    Reclamar el futuro, implica no solo la recuperación de activos, sino también la construcción constante de un ecosistema legislativo y financiero más sólido y confiable que acompañe las transformaciones de la economía.  La criptografía, con su lenguaje técnico y preciso, forja un puente entre las legislaciones y los algoritmos digitales, generando un nuevo léxico que debe ser comprendido y desarrollado para garantizar la seguridad y tutela crediticia de las transacciones en el mundo virtual. En última instancia, es a través de un enfoque pragmático y basado en la evidencia que podremos construir un futuro donde la innovación tecnológica y la estabilidad financiera coexistan de manera armoniosa con la ciencia del derecho.

 

Carlos Alberto Ferro

carlosalbertoferro@uda.edu.ar

Enero 2025

https://www.linkedin.com/posts/especialista-derecho-insolvencia_reclamo-y-recuperaci%C3%B3n-de-criptomonedas-activity-7285814413918441472-fmY4?utm_source=share&utm_medium=member_desktop

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



imagen: generada por IA de copilot a partir del titulo consignado

[i] En el caso de FTX, a partir del 3 de enero de 2025 entró en vigor el plan de pago, gestionado a través de las plataformas BitGo y Kraken, permitiendo a los acreedores comenzar a recibir sus pagos. La legislación de quiebras de EE.UU. respondió a las exigencias del proceso y, gracias a su elasticidad, instituciones y a los recursos humanos disponibles, supo adaptarse a la situación de insolvencia digital de una plataforma de intercambio criptográfico, una lección que otras legislaciones deberían aprender.

[ii] Oferta Inicial de Monedas (ICO) o Initial Coin Offerings (en inglés) es un método de recaudación de fondos comúnmente utilizado en la industria de las criptomonedas donde nuevos proyectos o startups emiten tokens digitales o monedas a inversores a cambio de financiamiento. Estos tokens suelen representar algún tipo de utilidad o propiedad dentro del ecosistema del proyecto. Las ICOs ganaron popularidad como una forma para emprendedores y desarrolladores de recaudar capital de manera rápida y eficiente sin los obstáculos regulatorios asociados con métodos tradicionales de recaudación de fondos como las Ofertas Públicas Iniciales (OPI). Fuente: https://cryptomercury.net/

[iii] La plataforma consistía en el intercambio de Bitcoin por Bitconnect, este intercambio, generaba grandes ganancias. Pero al no cumplir con los pagos, las cosas empezaron a complicarse.  Según informes, la SEC acuso en el año 2021 a aquellas personas que operaban como Influencers, es decir aquellas personas que prestaban su imagen para difundir el producto, y recibían comisiones por sus interacciones.  Un modelo que no ha perdido vigencia por cuanto las redes sociales son la principal forma de captación de inversores vulnerables a este tipo de estafas. Fuente: Foletti, N. (2021, 1 de junio). La gran estafa Bitconnect. iProUPEconomía Digital. https://www.iproup.com/

[iv] Sus fundadores fueron acusados de haber engañado a los inversionistas de la plataforma por medio de una venta de tokens sin la licencia de comercialización otorgada por la Comisión de la Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC). Fuente Criptonoticias. (s.f.). Hasta 65 años de cárcel por fraude enfrentan los fundadores de Centra Tech. https://www.criptonoticias.com/judicial/carcel-fraude-fundadores-centra-tech

[v] Aunque los NFT alcanzaron su mayor popularidad en 2021, su historia comenzó antes. En 2017, el juego Cryptokitties ya permitía a los usuarios comprar, vender y criar gatos digitales únicos en la blockchain de Ethereum. Este concepto de propiedad digital exclusiva sentó las bases para colecciones como el Bored Ape Yacht Club, que vendía imágenes de monos por sumas millonarias. La pandemia y el aumento del consumo digital aceleraron la fiebre por los NFT. Las promesas de exclusividad, eventos privados y la posibilidad de reventa atrajeron tanto a inversores como a celebridades. Sin embargo, estas adquisiciones no estaban motivadas por el valor artístico de los NFT, sino por su potencial para generar ganancias rápidas. Era un mercado puramente especulativo. Fuente: América Digital. (2024, 18 de setiembre). La burbuja de las cripto: Imágenes que paso con los NFT. https://news.america-digital.com/la-burbuja-de-las-crypto-imagenes-que-paso-con-los-nft/

[vi] https://www.binance.com/

[vii]El concepto de "Play-to-Earn" se refiere a un modelo de juego en el que los jugadores pueden ganar recompensas en forma de criptomonedas, tokens no fungibles (NFTs) u otros activos digitales a medida que juegan. En este modelo, los jugadores no solo disfrutan del juego, sino que también tienen la oportunidad de obtener ganancias reales. Iplayco Corporation Ltd., Iplayco Canada Inc., y International Play Company Inc.: Estas empresas, involucradas en el modelo "Play-to-Earn", presentaron una "Notificación de Intención de Proponer" (NOI) el 9 de diciembre de 2024, según el Acta de Bancarrota y Solvencia de Canadá. Crowe MacKay & Company actuó como fideicomisario de insolvencia para ayudar a las empresas a preparar su propuesta. Fuente: Crowe MacKay & Company. (2024). Iplayco Corporation Ltd., Iplayco Canada Inc., y International Play Company Inc. https://crowemackayco.ca/project/iplayco-corporation-ltd-iplayco-canada-inc-and-international-play-company-inc/?form=MG0AV3

[viii]   La Justicia Argentina ordenó a la plataforma Binance devolver Bitcoins sustraídos de la cuenta de una víctima de un robo de su celular. Este fallo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°18 establece un precedente importante, ya que reconoce los criptoactivos como bienes sujetos a reclamaciones en procesos judiciales ver  Kanenguiser (M) 14.09.2022 Fallo inédito: la Justicia argentina le ordenó a Binance devolver Bitcoins sustraídos de la cuenta de una víctima de un robo de su celular en https://www.infobae.com/

[ix] Término utilizado por Andrew S. Grove, (2006)en su libro “Solo los paranoides sobreviven” pagina 187 ed. Granica

[x] La quiebra de FTX es un ejemplo claro de cómo diversos factores pueden converger y llevar al colapso de una plataforma por crisis de liquidez. Una combinación de mala gestión financiera, conflictos de interés, falta de transparencia, auditorias y retiros masivos contribuyeron a su caída.

[xi] Esta situación implica que cada acreedor deberá asumir la carga de demostrar, de manera individualizada, su calidad de tal, la titularidad de sus activos digitales en la plataforma, el volumen de sus inversiones y, en algunos casos, incluso el origen lícito de los fondos empleados para adquirir dichos activos. Extremos similares al art. 32 de la ley de concursos y quiebras de Argentina.

[xii] No se trata de un privilegio legal, sino de una preferencia de cobro que el propio tribunal ordena

[xiii] Everest diccionarios, Tomo II edición española 1995

[xiv] Los reclamantes de la clase de conveniencia - que tienen reclamaciones probadas de menos de $50,000 - se hicieron elegibles para reembolsos a partir de ese mismo día.   Fuente: OneSafe. (2023). Quiebra FTX: Impacto y valoración de criptomonedas. OneSafe. Recuperado de https://www.onesafe.io/es/blog/quiebra-ftx-impacto-valoracion-cripto?form=MG0AV3

[xv] Onesafe, El Efecto del Plan de Quiebra de FTX en las Reclamaciones de los Acreedores en https://www.onesafe.io/

[xvi] Se recomienda la ampliación de este tema mediante la lectura de: Sicuso Zapata, S. A., & Vásquez Díaz, E. (2018). Impacto de las finanzas conductuales en el mercado de las criptomonedas. Universidad Católica Andrés Bello. Este trabajo analiza cómo las emociones y los sesgos cognitivos influyen en las decisiones de inversión en el mercado de criptomonedas y García Long, S. (2019). Criptomonedas y psicología financiera. Academia.edu. Este documento revisa el impacto de la psicología financiera en el comportamiento de los inversores en criptomonedas fuente: https://www.academia.edu/

[xvii]  Desde la declaración de quiebra de FTX en noviembre de 2022 hasta la implementación del plan de recuperación en enero de 2025, transcurrió un período de aproximadamente dos años y dos meses. Este lapso temporal pone de manifiesto la complejidad de los procesos de liquidación en casos de insolvencia de gran escala y plantea interrogantes sobre la eficiencia de los marcos legales existentes para hacer frente a las particularidades de los activos digitales.

[xviii] Esta cantidad incluye activos bajo el control de los Deudores del capítulo 11, así como activos bajo el control de los Liquidadores Oficiales Conjuntos de FTX Digital Markets, Ltd. ( Bahamas ), los Administradores de FTX Australia, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y docenas de partes privadas que han cooperado en los esfuerzos de recuperación.  Fuente: Tomeo (F.). 28.11.22 “La novedad de la criptocorrida…”   https://www.lanacion.com.ar/

[xix] La selección de BitGo como custodio en el caso de FTX ilustra la creciente importancia de las soluciones de custodia en el contexto de las criptomonedas. Sin embargo, este caso también plantea interrogantes sobre la necesidad de establecer estándares regulatorios más claros para las plataformas de custodia, a fin de garantizar una protección adecuada de los activos de los inversores y prevenir futuros colapsos. La experiencia adquirida en el caso de FTX puede servir como base para el desarrollo de mejores prácticas en la industria. Para más información, visitar:  www.bitgo.com

[xx] Los interesados pueden obtener mayores datos visitando: https://www.kraken.com/

[xxi] Todas las criptomonedas son criptoactivos, pero no todos los criptoactivos sonhttps://orcid.org/0009-0000-3478-9765 criptomonedas. Las primeras son un tipo específico de criptoactivo. Son unidades digitales de valor que utilizan criptografía para asegurar las transacciones y controlar la creación de nuevas unidades. El Bitcoin es el ejemplo más conocido, pero existen muchas otras como Ethereum, Litecoin, etc. Su principal función es servir como medio de intercambio, similar al dinero tradicional.  Criptoactivos: Es un término más amplio que abarca cualquier activo digital que utilice criptografía para garantizar la seguridad y la propiedad. Para ampliar: Nakamoto, S. (2008). Bitcoin: A peer-to-peer electronic cash system. Bitcoin Whitepaper. Tapscott, D., & Tapscott, A. (2016). Blockchain revolution: How the ledger of everything is changing the world. Portfolio

[xxii] Costa, “Teoría del hecho jurídico individual y social” Madrid. 1880 ps., 315

¿Rescatar o dejar caer? El dilema de la intervención estatal en empresas en crisis

    Por Carlos Alberto Ferro [i] 1. Introducción En Argentina y otros países de Latinoamérica, la persistencia de subsidios estatales,...