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miércoles, 22 de diciembre de 2021

LOS DESAFÍOS DE SOLVENCIA CON UNA PERSPECTIVA DE CORTO PLAZO

 

 


 

Las expectativas inflacionarias son altas. Si en una economía toxica, con alto grado de intervencionismo estatal, fuerte presión fiscal e irresponsabilidad en el manejo de la hacienda pública, la inflación supera el 52% anual, es evidente que la política económica es distorsiva y con grave daño a la sociedad.


Interesa en este contexto remarcar los desafíos de solvencia para el sector privado, por cuanto  éste deberá afrontarla con una perspectiva de corto plazo, ante la evidencia que la economía está en piloto automático y no hay tripulación idónea ni creíble para enfrentar la tormenta. 


La falta de planificación tiene su costo. Al fenómeno económico de la inflación hay que combatirlo no promoverlo, porque ello provoca entre otros efectos, depreciación monetaria y elevados índices de pobreza.


 Se advierte una gran desorientación y un estado de parálisis permanente en las autoridades del  gobierno, al que, en este contexto de incertidumbre, se le ocurren ideas impracticables como la de trasladar la capital federal al norte del país . Desviar la atención de los problemas urgentes, no es la solución.


        Se reconoce que la inflación es el veneno más mortífero para la economía, siendo los responsables de su nacimiento y propagación, quienes están a cargo de la  política económica y el Banco Central. Cualquiera sea el color del gobierno de turno, a la indisciplina fiscal se suma la acumulación de deuda crónica. Cómo no hay sanción penal ni limites de ninguna naturaleza, la pseudo dirigencia no asume obligaciones y continúa generando déficit público para que los contribuyentes soporten. 

         Con acierto se dice que el costo de esta imprudencia siempre recae sobre las clases vulnerables y el sector privado, quienes en silencio y total sumisión aceptan la emisión monetaria sin control y el aumento de impuestos, únicas herramientas de financiamiento del Estado ante el cierre de mercados.


 Niños alemanes recortando billetes,
 ante la desvalorización del marco, provocada 
por la hiperinflación en 1921/23.  Imagen: https://elceo.com/



Con los guarismos de inflación, no se puede dar marcha atrás, y el único antídoto para sanar a la sociedad de esta enfermedad como lo hizo Alemania en el S.XX es con alta dosis de disciplina y gestión fiscal. De mas esta considerar, que ambas cualidades están ausentes en todas las administraciones públicas desde hace mas de 70 años.


Simple es reconocer que, ante este contexto de variables muy negativas, no hay productividad ni innovación posible, por lo cual la recesión y la crisis se retroalimentan.  Muestra de la incertidumbre en la administración de la cosa pública, es sin dudas la inconsistencia del presupuesto presentado por la administración nacional actual, que, entre otras, no contempla la inflación en curso.


Sin embargo, las recientes discusiones en torno a la desaprobación del presupuesto 2022 en el Congreso, dejo en evidencia algo muy positivo para la salud republicana. Es que al haber en el recinto economistas de fuste, preparados para la ocasión, con gran conocimiento de la materia, se advirtió que los representantes del oficialismo no tenían argumentos para rebatir la ficción presentada. En otras palabras, quienes están a cargo de su confección, son improvisados que agravan día a día el daño económico y social que sufre la población. La única verdad es la realidad.


Un presupuesto es un documento en donde se cuantifican pronósticos para un periodo de tiempo determinado, indicando, la cantidad de dinero que se necesita para hacer frente a cierto número de gastos necesarios para acometer un proyecto, En el caso del presupuesto de una empresa, en este se cuantifican previsiones de diferentes elementos, tales como las ventas, las compras, la producción, los gastos administrativos y los gastos de ventas, etc. [1]


Sin partidas de ingresos y gastos, cualquier negocio del sector privado no estará preparado para su crecimiento, es más, sin una suficiente preparación ante contextos críticos como el actual, cualquier acontecimiento externo o interno expondrá las vulnerabilidades de la unidad de negocios, llevándola a una situación de insolvencia. La deficiente previsión como causa, tiene sus efectos en las leyes económicas de la realidad.


Carlos Pellegrini, gran piloto de tormentas de la República Argentina


De igual forma, el presupuesto no solo es una herramienta financiera de transcendencia, es un factor de decisión en el negocio. Nada consistente puede decidirse si el presupuesto no refleja la realidad de la situación. No se trata de acertar en los números como si fuera un juego de azar, cualquier empresa del sector privado arriesga su subsistencia si improvisa sin objetivos ni metas prestablecidas.


El presupuesto exige que de forma cuidadosa se registren una serie de pronósticos a nivel de ventas, producción y costos entre otros factores [2] De esta forma se consigue obtener una radiografía a medio o largo plazo de la actividad de la empresa según se necesite. En síntesis, el presupuesto es un reflejo de la responsabilidad y gestión en el manejo de la empresa.

           

         A modo comparativo, por un lado, se observa la atención y cuidado con que el sector privado   elabora su presupuesto, por ser un instrumento de planificación, y por otro, el desinterés e irresponsabilidad con la cual la administración pública confecciona el suyo. Para los responsables de las políticas públicas la ley de leyes puede ser una ficción sin importancia. 

           

        En conclusión, las graves fragilidades económicas provocadas por la inflación y la falta de un programa consistente, auguran que el peso se seguirá devaluando en línea con la tasa inflacionaria, esto es, en orden superior al 50% [3]. El gobierno recurrirá en los próximos meses sin dudas, al incremento de impuestos o la creación de otros nuevos, generando mayor presión sobre el sector privado, como lo sostiene la prensa especializada [4]. 

         

           ¿Consecuencias …? Sin presupuesto no habrá política económica sería, por lo que se pulverizan las posibilidades de crecimiento, control inflacionario y orden en las cuentas públicas para el próximo año 2022; las empresas tendrán que realizar un exhaustivo control de gastos y costos para asegurar su subsistencia y así evitar la insolvencia. Será necesario e imprescindible en este entorno hostil, reevaluar las proyecciones, estar atentos a las variaciones  y ajustar el plan de gestión tanto a cuestiones endógenas como exógenas. El corto plazo en la Argentina, no se mide en meses, sino en días.

 

 

 

 

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[1]  https://www.crecenegocios.com/

[2] https://economipedia.com/

[3]  https://es-us.finanzas.yahoo.com/noticias/argentina-usa-peso-frenar-inflaci%C3%B3n-190206488.html

[4]https://www.mdzol.com/politica/2021/12/23/exclusivo-el-nuevo-consenso-fiscal-aumenta-impuestos-crea-otros-nuevos-210426.html

Créditos de imagen:

Tormenta: imagen:https://www.tiempo.com/

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