El escenario de crisis tiene dos aspectos que se complementan y
que requieren de un abordaje conjunto. El primero es sanitario, el segundo económico. Profundizaremos nuestro enfoque
sobre el segundo de los factores.
Las pequeñas y medianas empresas que reducen su actividad o
directamente paran se incrementa cada día ante el avance de la epidemia y la
necesidad de cuarentena, lo que siembra un panorama desolador de posibles despidos
en todos los sectores, especialmente en el turístico, gastronómico y
afines.
Sostiene el economista Juan Llach, que el impacto sectorial del
shock es muy diverso porque depende del grado de exposición; hay empresas en
situación de liquidez, pero otras no, que son las de menor estructura.
Cuanto más se demoren
las decisiones en materia económica, más se prolongará la agonía y la
incertidumbre. Agrava la situación el
hecho de que ciertos países tampoco tienen acceso a los mercados ante la crisis
de deuda que atraviesan, como es el caso
de Argentina.
No hay eslabón del circuito económico local e internacional
indemne. Para muestra consideremos la decisión de Volkswagen de suspender su
producción en Europa en las próximas semanas y las consecuencias en el corte de
la cadena de pagos que ello podría traer aparejado para empresas proveedoras.
El párate absoluto con fines sanitarios de la cuarentena, puede
tener un doble efecto: el deseado es que no se propague la epidemia, el no
querido es la quiebra masiva de negocios y empresas dada la vulnerabilidad del
entorno. En las últimas semanas las bolsas han caído entre un 30% y 40%, lo que
demuestra no solo el escenario de inestabilidad mientras no haya avance para
contener la pandemia, sino de incertidumbre generalizada ante el impacto económico global que se producirá.
Analistas
sostienen que la pandemia puede costar solo al transporte aéreo en el 2020,
unos U$S 250.000 millones.[1]
¿Cuántas son las actividades que dependen directa e indirectamente de ese
sector?
Estos datos preocupan a la industria
y al comercio porque es evidente que la crisis sanitaria comienza a provocar
problemas de solvencia para afrontar pago de deudas y salarios. A ello debe
agregarse la indecisión de las autoridades en general, que al parecer ignoran que
las dilaciones producen efectos perjudiciales.
II- MEDIDAS
DE CONTENCIÓN
Se trata de un evento sin precedentes al que se enfrentan gobiernos y pymes, por eso tomar la iniciativa proporciona una ventaja crucial. Se preguntarán: ¿Cuál es el objetivo en estas circunstancias? La respuesta es asegurar la supervivencia de pequeñas empresas evitando una avalancha de quiebras que generaría altos niveles de desempleo y una contracción económica mayor a la actual.
Hay que
evitar que el déficit de flujo de caja
sea permanente. Toda decisión debe buscar un sano equilibrio entre evitar la
propagación del COVID-19 y mantener liquidez en el circuito comercial y productivo
para que en su oportunidad, retome la dinámica necesaria. Si no se trabaja en
medidas estatales concretas de contención y se amortigua el daño, mayor costo
será reconstituir el tejido social económico
desintegrado.
La iliquidez y las crisis empresariales son sinónimos. Es un
problema de dinero. Son tiempos en que las empresas buscan un tercero que
tienda un puente entre la insolvencia de hoy y la solvencia de mañana.[2]
Se necesita inyección de liquidez con cargo de solvencia futura, ello permitirá
mantener fuentes de trabajo y producción
de bienes y servicios.
¿Qué medidas puede adoptarse para asegurar o mantener solvencia? El
Estado en todos sus niveles transitoriamente debería posponer el pago de impuestos,
tasas, aportes patronales y ciertos compromisos bancarios e incluso asegurar la
provisión de servicios esenciales evitando su desconexión, tales como: gas, agua,
luz, telefonía e internet con tal de evitar el cierre de empresas, asegurando
su continuidad. Podría contemplarse además el acceso a liquidez
a través de las líneas bancarias extraordinarias y
postergarse por tiempo determinado, toda acción referida a desalojos y ejecuciones
hipotecarias.
En esta batería de medidas también debería establecerse un consejo
de expertos para estudiar reformas a la ley de concursos y quiebras. Porque
siendo evidente que la quiebra es una dislocación de intereses, será importante
tener una herramienta legal que permita operar en la realidad económica.
Salvar empresas se convierte en el objetivo prioritario desde lo
económico, porque con ello se evitaría: caídas en los niveles de actividad,
cortes en la cadena de pagos y el cierre de empresas con el consiguiente nivel
de despidos. Así lo han entendido varios países quienes han adoptado diferentes
medidas para evitar quiebras masivas y su efecto tan temido, el desempleo.
·
Francia ha decidido que no
es momento de ahorrar en presupuestos y anuncio un paquete de medidas
económicas para ayudar a las empresas. El mensaje de su presidente sintetiza el
objetivo: “Ninguna empresa, no importa su tamaño, se quedara sola frente al
riesgo de una quiebra”[3].
·
Alemania aprobó un
contundente plan económico de excepción contra las consecuencias de la
pandemia. Su ministro de Finanzas subrayo:” vamos a hacer todo lo necesario
para defender a las empresas y los empleos”[4].El
paquete prevé ayudas masivas a las empresas de hasta diez trabajadores,
previendo que la contracción económica llegara al 5%. Para las grandes empresas
se contempla una dotación presupuestaria de 822.000 millones de euros, que
tiene por objeto garantizar la supervivencia y evitar que caigan en manos de
inversores extranjeros. Se dispuso además de un fondo especial a través del
cual el Estado podrá garantizar para aquellas empresas vinculadas al turismo o
servicios que corren riesgo de quiebra, comprar sus acciones.
·
EE.UU. por su parte prepara un paquete
de ayuda económica con casi 2 billones de U$S que serán destinados a estimular
la economía de empresas y ciudadanos.Se pretende proporcionar inyecciones de
efectivo y liquidez y estabilizar los mercados financieros mediante pagos directos
a individuos y familias, préstamos para pequeñas empresas, beneficios de seguro
de desempleo y préstamos para empresas con dificultades.[5]
En un escenario convulsionado, la importancia de lo intangible es
sustancial, en este caso el paquete de medidas que adoptan todos los gobiernos
son de difícil verificación en la realidad, pero es ahí donde el mundo define
su futuro.
Toda disposición de estímulo y contención debería ser consensuada y
adoptada desde el gobierno con asociaciones de empresas, bancos, cámaras
empresariales y consejos profesionales. Cualquier medida aislada o unilateral
sin la opinión o consejo de los actores económicos carecerán de profundidad
suficiente para mitigar las dificultades económicas desatadas por la crisis sanitaria.
El uso económico de los recursos es decisivo en este escenario
para abrir una brecha, disminuir incertidumbre y generar confianza. Bajo un
estado de conflicto los procedimientos operativos racionalizan las actividades
y las decisiones, porque todos los sectores se necesitan mutuamente: unos
proponen otros ejecutan. No es momento de asegurar ganancias, sino de mantener los
emprendimientos con buena dosis de esperanza e innovación.
Lo primero que se corta ante el contexto de crisis es el pago de
impuestos, tasas y contribuciones, si la debacle continúa, se cierra la empresa
agravando el desempleo y profundizando la disminución de la actividad comercial
e industrial. No hay que llegar a eso.
Hoy aparecen en las empresas síntomas de desgaste, que de no
solucionarse dará lugar a graves conflictos. Especialmente laborales, porque en
breve serán mayores los egresos que los ingresos.
El Estado tiene interés en que a las empresas del sector privado
les vaya bien, es lógico, recaudara más. Pero en estos momentos ese interés
deberá ser postergado porque no se puede interrumpir por mucho más tiempo la
salud del ciclo productivo del comercio. De ahí la necesidad de medidas que
aunque deban ser modificadas con el transcurrir de los días, demuestra que las
autoridades acompañan al sector productivo evitando el mayor daño posible.
Tomar la iniciativa contagia confianza.
Quienes están a cargo del gobierno deberían implementar planes de
crisis extraordinarios a través de la subsecretaria de trabajo u órgano con
competencia en la materia, que sirva como mediador ante las tensiones que se
generan entre el sector empresario y de
los trabajadores. Imponer a las empresas sanciones en este escenario por
despedir empleados cuando todo el circuito económico está paralizado, no solo
genera costos sino una cantidad
inusitada de conflictos cuyos resultados son impredecibles.[6]
Con este panorama sería
recomendable establecer un gráfico con los principales sectores afectados por
la crisis, para que facilite la adopción de medidas preventivas. A modo de
ejemplo se comparte el siguiente, tomado de la sección 5 días del diario el País de España:[7]
Quienes se encuentran
al frente de una PYME deberían sopesar que las decisiones desde la esfera pública
pueden tardar en implementarse. Mientras ello ocurra las empresas deberán diseñar y ensamblar
planes de gestión de crisis que aseguren
liquidez suficiente, disminuyendo costos y dejando de lado cualquier planificación prevista.
El asesoramiento profesional se
vuelve indispensable en este contexto a fin de evitar decisiones que agraven la
situación exponiendo la empresa a la cesación de pagos o profundas dificultades
económicas de carácter general. Esto es que la iliquidez dejo de ser transitoria para ser permanente.
III- PALABRAS FINALES
La peor decisión del Estado y de las Cámaras que aglutinan a pymes es permanecer invulnerables a la realidad económica. Adviértase que
España ha solicitado en estos días un plan Marshall a la europea, esto es, la
emisión de eurobonos. Es una salida de ingeniería financiera, donde conseguir
financiación e instrumentar medidas para prevenir crisis, son procesos
ensamblados.
Deben adoptarse herramientas que faciliten de inmediato la liquidez
en las empresas. Si no lo hace el gobierno nacional o provincial que las
medidas las adopte en primer lugar el Estado municipal, con los agentes
económicos locales.
No se sabe si el paquete de medidas dispuestas por los gobiernos,
llegara a los montos que originariamente se informan. Pero el solo hecho que
las máximas autoridades tomen la iniciativa al intuir la dimensión del
problema, es un importante paso para brindar confianza.
¿No hay financiación posible? ¿No pueden emitirse bonos por el
contexto económico? Deberá buscarse alternativas financieras, para eso tienen
especialistas a quien recurrir. No debería descartarse en este escenario la
emisión de criptomonedas. EE.UU. analiza
entre las propuestas económicas para salvar la economía, la creación de un el dólar digital y billeteras de dólares
digitales.[8]
Hay crisis, es hora de innovar. El mensaje es claro, retrasar
costos no es suficiente, pero funciona como paliativo durante la cuarentena. La
historia enseña que sin victoria de esfuerzos
coordinados, no habrá supervivencia posible.
1] AFP “La pandemia puede costar U$S 250.000 millones al transporte aéreo” https://www.estrategiaynegocios.net/ del 24/3/2020
[2] Álvaro
Marín Hoyos: “Como recuperar su empresa, el método C” pág., 48 y ss. Ed. Norma,
Colombia 2002
[3] Texto de Érica Olavarría:”En Francia no es momento de ahorrar en presupuesto” 18/3/2020 www.france24.com
[4]“Alemania aprueba un contundente plan económico contra las consecuencias del coronavirus” en www.m.dw.com 23.3.20
[5] “EE.UU prepara el paquete de ayuda más grande de su historia” https://www.telam.com.ar/ del 25.03.20
[6] En Argentina se sanciono el Decreto 34/2019 donde se dispone que durante el plazo de vigencia del decreto (180 días), en caso de despido sin justa causa, el trabajador afectado tendrá derecho a percibir el doble de la indemnización correspondiente de conformidad con la legislación vigente, comprendiendo dicha duplicación la totalidad de los rubros indemnizatorios originados con motivo de la extinción incausada del contrato de trabajo. Se aclara, por otra parte, que estas disposiciones no resultarán aplicables a las contrataciones celebradas con posterioridad a su entrada en vigencia.
[7] “Guía sobre la recesión que viene…”Diario el País, sección 5 días https://cincodias.elpais.com/ 23.3.20
[8] “El paquete de estimulo de EE.UU por el coronavirus crea el dólar digital” en www.forbesargentina.com del 24/3/20.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario