miércoles, 19 de enero de 2022

RESIGNACIÓN E INDIFERENCIA DE LA CIUDADANIA ACTIVA: ¿ PUNTO DE NO RETORNO ?

 

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El gobierno repartirá los fondos de las obras públicas a gobernadores oficialistas a través de decisiones sin control parlamentario, a partir del rechazo al presupuesto 2022. Por lo que será la discrecionalidad, en especial con aquellas provincias que son opositoras, y no los derechos federativos el criterio para distribuir[1]. No abunda la creatividad con esta clase de decisiones, un factor ausente en las resoluciones políticas desde hace varios años.


Evidente es que se improvisa a medida que surgen los inconvenientes. La gestión de gobierno no solo consiste en prevenir, sino en disponer de un equipo con suficiente competencia para enfrentar los desafíos que los objetivos presentan. La ciudadanía reconoce que la mayoría de los miembros del actual gabinete, carecen de liderazgo y capacidad de resolución. Los guarismos económicos son una muestra del desquicio.

 

Frente a un panorama bastante confuso,[2] la superposición de medidas para subir ingresos a partir de mayores impuestos al sector privado, emisión descontrolada y achique del gasto por la vía de quita de subsidios energéticos a usuarios de zonas más prósperas, no representa una solución estructural. Sólo es una forma de postergar soluciones, en ello hay un factor psicológico que no puede ser omitido, se busca el daño.  


En esta línea aparecen parámetros como la de posponer hasta diciembre de 2023 las exportaciones de ciertos cortes de res[3]. Confirmando que la intervención en el comercio y la economía seguirá su curso en materia de ganadería y otros sectores, por lo que resta de esta administración. La introspección y la retrospección para valorar la eficacia de estas medidas antes de ejecutarlas, entre las cuales se incluye el control de precios, demuestra que el elenco de gobierno carece no solo de ideas y plan, sino de análisis de las decisiones que se toman.




 

 Por cierto, que, en este contexto, el tipo de cambio, el dólar y el freno a la economía no son desafíos menores para el gobierno de turno, el cual cae en su propia encrucijada luego de dos años continuos de desaciertos en casi todos los ámbitos. Acomodar variables con la mano, sin un esfuerzo de planificación, traerá resultados desalentadores para la ciudadanía  que avizora que el año 2022, vendrá plagado de incertidumbres.

 

Sin dudas, a la falta de gestión se suma el déficit fiscal que no encuentra freno. Puede observarse que la recaudación fiscal de 2021 cerró con un incremento del orden del 66% con un total de 11 billones de pesos, de acuerdo a estimaciones privadas. Conforme señalan ciertos portales de noticias, la recaudación supera la inflación del 52% [4].

 

Sin embargo, ello no se transformará en mejores servicios de educación, salud y seguridad para la población. Por mas que la recaudación aumente, el despilfarro y desacierto es mayor aún.  La respuesta a tamaña contradicción es sencilla. Quienes tienen a su cargo decisiones gerenciales en el ambito público, no solo no tienen la capacidad para apreciar la magnitud del problema, sino que carecen de toda visión para llevar a cabo soluciones adecuadas a la realidad. Por eso profundizan las variables negativas en toda la economía en forma sistemática.  

  

Los que se dicen “representantes del pueblo”, en definitiva, no tienen conciencia y tampoco les interesa brindar soluciones. Desde hace 70 años la clase política, mal educada y desinteresada por el progreso de la República, se desempeña en el sector público sin ninguna clase de merito a fuerza de probados fracasos en los diferentes cargos en el que son designados[5]. Por este camino, tan trillado de decisiones que siempre han fracasado por su contenido ideológico u otros elementos difíciles de considerar, no puede pretenderse resultados diferentes.






 

No sorprende observar a diario que funcionarios de dudosa competencia son desplazados de sus cargos a otros, dentro de la administración pública[6]. Sin dudas la “idoneidad” es reemplazada desde hace años por la “lealtad política” o “militancia.” Asegurarse un sueldo y no resultados de gestión es lo que prevalece. Por cierto, no habiendo despido ni castigo: ¿Qué riesgo puede haber de hacer las cosas de forma deficiente? 


Eugenio Marí, de la fundación Libertad y Progreso con acierto sostiene: ¿Hace cuantos años que los trabajadores asalariados registrados son de 6 millones, tal como si en la Argentina no hubiera aumento demográfico desde hace décadas?[7] El retraso no solo es tecnológico, sino mental. Hay que reconocer la enfermedad para buscar el diagnostico adecuado. Con un sistema educativo deficitario, no podemos esperar otra mentalidad de la dirigencia, que tiene contaminada a los poderes de gobierno.


El no crecimiento del país se mide en términos económicos y culturales, y tras años de políticas inadecuadas, Argentina tuvo el peor desempeño de la historia en una prueba educativa de la UNESCO[8]. No sorprende. ¿Alguien del staff político se lamentó por esta grave situación? Por supuesto que no, a esa clase no le interesa la formación. Siempre vivieron a pesar de su incompetencia, en mayor o menor medida de la función pública y del latrocinio. 


La situación es grave. Se ha perdido la capacidad de reacción, de ver hacia adelante. La expectativa de cambio desapareció y la corrupción es el común denominador de la política. No hay castigo. La calle es de los ignorantes, de quienes tienen fobia a la evolución, al trabajo y desarrollo. Estos se aferran a muerte a  privilegios que pagan otros. De ese punto parece imposible el retorno y la decadencia sigue en vertiginosa velocidad. Urge un cambio de mentalidad. William James entiende que los seres humanos pueden cambiar su vida, cambiando la actitud de sus pensamientos.


Toda inactividad o silencio en estas circunstancias de derrumbe social, es complicidad. Es  momento de que los ciudadanos contribuyentes activos, tomen conciencia y responsabilidad de los tiempos de cambio que la libertad del país exige. La República se diluye en manos de expoliadores seriales. A no dudar, la kakistocracia [9] debe ser derrotada. 


Carlos A. Ferro
Enero 2022

 



[3] La Subsecretaría de Ganadería del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación publicó en el Boletín Oficial las resoluciones 301/21 y 302/21 que instrumentan el Decreto N° 911/21 del presidente Alberto Fernández y la resolución conjunta con la cartera de Desarrollo Productivo N° 10.

[5] Basta como ejemplo citar, a quien fuera  ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación Argentina desde el 10 de diciembre de 2019 hasta el 18 de septiembre de 2021, siendo reemplazado por otro funcionario sin condiciones ni idoneidad para ese cargo como lo expresa el art. 16 CN. Lo mismo puede decirse de quien desempeñara el cargo de ministra de seguridad de la Nación hasta el año 2021. Luego de su desplazamiento y reemplazo por Aníbal Fernandez, fue designada a cargo de la Comisión de los Casos Blancos. 

[6] La ex secretaria de Comercio Interior, quien fue reemplazada por Roberto Feletti, fue designada por estos días, como como subsecretaria de Relaciones con Provincias, bajo la órbita del Ministerio del Interior. Ver https://www.mdzol.com/politica/2022/1/12/nunca-se-van-funcionaria-que-habia-sido-desplazada-consiguio-otro-cargo-214535.html

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